Allende 1970-2021. Diario confuso y bastardo. 16 de septiembre
El homicidio de Victor Jara
Qué piensan los jóvenes chilenos de hoy cuando les contamos historias de hace 48 años atrás?
Que recuerdan cuando decimos Victor Jara?
El lugar tenía un nombre, “Estadio Chile”.
Apilaron miles de muchachos arrestados en la Universidad Técnica del Estado el 11 de septiembre.
Entre ellos estaba Victor.
Le quebraron las manos: “Así no cantaras más, hijo de puta”, lo desafio un valiente tenientillo.
Lo mataron el 16 de septiembre de 1973, hace 48 años.
No caben dudas.
Victor era culpable.
Con su poncho y su guitarra había recorrido caminos y campos, compuesto cientos de canciones, formado grupos que se harán famosos (Inti Illimani, Quilapayún), acompañado huelgas, tomas de terreno, ocupaciones estudiantiles.
Le había cantado a Manuel -que no volvio a la fábrica- y a Amanda, que lo espero en vano.
Le canti a Luchín, su caballo, su perro y su gato en los techos de Barrancas.
Le cantó al labrador que ruega a su Dios, “”Libranos de aquel que nos domina en la miseria. Traenos tu reino de justicia, y de igualdad”.
Le cantó al Vietnam, “el derecho de vivir, poeta Ho chi Minh”.
Le cantó a Cuba, “un son revolucionario. pie con pie, mano con mano. Corazón a corazón”.
“A confesión de parte, relevo de pruebas”, diría un leguleyo.
48 años después, del osado tenientillo no sé ni quiero saber el nombre.
48 años después Victor Jara vive establemente en su Olimpo: la pampa del norte, los lagos del centro, las Torres del Paine allá en el extremo sur.
Dicen los lugareños que en la noche sale de ronda con el puma.
Y que ambos rugen y cantan.
“No vacilaremos a cantarte una cancion. Un millón de voces te dirán que no fue en vano”, dicen los muchachos de Santiago del nuevo extremo.
“Allí, debajo de la tierra, estás dormido hermano, compañero.
Tu corazón hace brotar la primavera,
Que como tú, aullando irá en los vientos.
Venceremos”
(victor Jara, “Con el alma llena de banderas”)
Viva la musica
Viva los músicos
Viva Victor Jara, que vive y lucha junto a nosotros.