17 de noviembre Chao papá
Han pasado 49 años desde la desaparición del Tito, mi padre.
El 17 de noviembre de 1973 habían pasado 2 meses desde el desembarque de la sinfonía barbárica chilena en Do sostenido.
No pude saludarlo.
Es importante para mi y, presumo, para mi madre.
Mi padre había cumplido 49 años una semana antes.
Pocos, pero suficientes para hacerlo inolvidable.
Por años conservé los nombres de la patrulla y del cabo que impidieron toda asistencia.
Después boté el papel.
No valļa la pena.
Desgraciadamente, no siendo creyente, pienso que será uno de los tantos crímenes sin castigo..
Me quedan los recuerdos. No es poco.
Me ayudan a reconocerme humano, y a tratar de continuar a serlo.
No es siempre fácil.
Chao viejo.
Eres, entre tantas otras cosas, la nubecita que me acompaña por doquier.