Prohibido ver lo evidente

Prohibido ver lo evidente

Según el informe de la OCDE, ¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social”, en Colombia se necesitan al menos 11 generaciones para que un niño pobre deje de serlo. O sea, por mucho que alguien se esfuerce, se requerirán más de dos siglos para salir de una condición heredada desfavorable.

En Brasil se necesitan 9 generaciones para que un niño pobre deje de serlo. En Chile se necesitan 6 para que un niño pobre deje de serlo.¿Cómo explicar a una mujer que trabaja haciendo limpieza 7 días de 7, por 14 horas al día, que su salario corresponde a su esfuerzo? ¿Cómo explicarlo a un joven que se despierta todos los santos días a las 4:30 de la mañana para trabajar en la cosnstrucción y vuelve a casa de noche, que su salario refleja su esfuerzo?

Sobre el esfuerzo se ejercitan de vez en cuando algunos políticos. En su lenguaje el vulgar esfuerzo se transfigura en mérito.

Una reciente encuesta del Centro Estratégico Latino Americano de Geopolítica, CELAG, preguntaba: ¿Cuál es el origen de la riqueza de las familias más adineradas?

En Colombia sólo el 15,1% consideraba que se debe al esfuerzo. En Chile sólo el 13,4% En México sólo el 21,7%.En Bolivia sólo el 20,7%. En Perú sólo el 19,9 por ciento.El resto era asunto de herencia o de corrupción.

Lo que piensa la gente está en sintonía con lo que objetivamente acontece.

El economista francés Thomas Piketty demuestra la falsa relación entre esfuerzo y riqueza en el libro “El capital del siglo XXI”. Concluye que la herencia es uno de los principales factores para estudiar la reproducción del modelo económico capitalista, que el control de la riqueza se transmite en grandes proporciones por vía hereditaria. Algunos llaman esto heiristocracy, o sea “gobierno de los herederos”, una forma de capitalismo patrimonial, altamente concentrado, que condiciona definitivamente el devenir de la economía real.

Las 500 personas más ricas del mundo entregarán a sus herederos 2,4 billones de dólares en las próximas dos décadas. Más de la mitad de la riqueza pasa de generación en generación sin verse afectada por nada ni por nadie como revela el informe de la OCDE citado.

El otro eje de procedencia del dinero es la corrupción, que representa un significativo porcentaje del PIB en todas partes.La corrupción no se refiere exclusivamente a los políticos. Hay tanta o más corrupción en el sector privado. O, mejor dicho, en las grandes empresas.

Vista desde América Latina, corrupción y herencia explican la riqueza latinoamericana. El esfuerzo pertenece a la mayoría de la población, la riqueza no.Los políticos que disciernen de mérito “Prohiben ver lo evidente”.

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