COP26: el bla bla bla de las empresas de hidrocarburos

Escucho disciplinadamente la lectura de los comunicados de prensa de Glasgow que nos propina una nutrida corte de comunicadores.

All’incontro asiste una cantidad despropositada de gente. Pero no creo que los problemas del planeta sean la preocupación primaria de buena parte de los conjurados.

Al show tomó parte ayer una nueva “Special Guest”: Barack Obama.

La mayor delegación estatal presente a la conferencia es la brasileña: 479 representantes.

Es doblemente curioso.

Primero porque el Bolso proclama desde hace años que a preocuparse por el cambio climático son sàolo las viejas chismosas.

Y segundo, porque la crisis económica del país hace difícil comprender como puede permitirse que casi 500 afortunados se tomen semanas de vacaciones pagadas en Glasgow.

The Global Witness publicó el 8 de noviembre algunas cifras sobre las delegaciones oficiales: “oficialmente”, participan a la conferencia 503 lobbystas en representación de las empresas de combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas.

No creo que sean los únicos lobbystas presentes pero seguramente son la delegación más numerosa.

El informe de The Global Witness analiza la composición de algunas delegaciones oficiales: Canadá, Rusia y Brasil comprenden numerosímos representantes de las empresas nacionales de combustibles fósiles. Presumo que deban definirse lobbystas de segunda.

El lobbysta es un profesional de alto nivel pagado para impulsar los intereses de las empresas que representa. Es una actividad lícita y legal.

En Bruxelles y en Washington (pero lobbystas hay en todas partes), son responsables de las campañas para imponer los intereses, con frecuencia tóxicos, de sus empresas.

En Bruxelles es un espectáculo frecuentemente indecente. No se me ocurre un calificativo adecuado para definir esta actividad al interior de una conferencia teoricamente convocada para limitar el uso de los combustibles fósiles.

Según nuestros eximios comunicadores, es puro infantilismo afirmar que se trata de un enésimo encuentro destinado al bla bla bla.

Lo dijo también Barack Obama, obviamente acariciando el lomo de los contestadores: Cuando sereis grandes, comprendereis que los compromisos son necesarios. Pero es bueno que conserveis vuestra indignación.

Dicho de uno que pensaba di cambiar el mundo, más que la crónica de un mercado de la vanidad parece el relato de un mercado de la obviedad.

No creo que Barack haya convencido el primer ministro que ha convocado una conferencia de prensa con el agua hasta las rodillas porque buena parte de su territorio está ya bajo agua.

Pero estoy seguro que la mayoría relativa formada por la “Bancada Shell y similes”, concordaba.